Susurro

El baile habitual suele ser como un monólogo entre bailarines. El líder "habla" fuerte, y la persona que sigue escucha con atención. Dirección única.

El siguiente nivel consiste en crear un diálogo: el líder deja espacio y momentos donde la persona que sigue puede meter una frase propia o incluso proponer un tema nuevo. Casi bidireccional, pero uno debe esperar a que el otro termine la frase, para que nadie interrumpa de forma brusca.

Lo que hace que el Fusion sea realmente distinto de otros bailes es el concepto de escuchar con atención los susurros.

Técnicamente, esta misma técnica se puede aplicar en otros bailes con música lenta, como en algunas variantes de Blues, West Coast Swing o Kizomba. En la práctica, se usa muy poco, porque no encaja del todo con los patrones tradicionales de guía y seguimiento, donde los roles están claramente definidos, incluso cuando se intercambian.

Cuando el líder guía de forma suave y está constantemente atento a la reacción de quien le sigue, el baile se convierte en un verdadero diálogo en dos direcciones.

Es una capa más de interacción, y trae consigo algunos requisitos nuevos para ambas partes: los líderes tienen que escuchar y estar listos para adaptarse, y quienes siguen deben tener algo que decir.

Puede parecer complicado. Pero lo que se gana es un diálogo en el baile mucho más rico y detallado, ¡sin necesidad de cambiar los roles ni tomar la iniciativa del otro! ¿A que eso tiene mucho valor?

Vamos a ver un ejemplo práctico. Tomaremos un movimiento muy sencillo como base y veremos cómo se puede transformar.

Imaginad una pareja frente a frente, reflejándose el uno al otro, con todo el peso en un solo pie. Uno guía al otro en un movimiento lineal simple: transferir todo el peso de un pie al otro.

La persona que sigue puede modificar este movimiento sin interrumpir. El cambio más sencillo ocurre cuando esa persona se sube ligeramente a las puntas de los pies, acercando ambos pies. Eso será interpretado de forma intuitiva por el líder como una sugerencia para bailar algún giro a continuación.

Es solo un susurro delicado, no una orden ni un cambio de roles: el líder puede aprovechar esa oportunidad... o hacer otra cosa igualmente válida. Es una forma suave, pero muy poderosa, especialmente útil en un baile lento.

Mismo movimiento, otra forma de variarlo:

La persona que sigue puede transferir un poco más de peso del esperado, y así quedar ligeramente fuera de equilibrio hacia un lado o hacia atrás. Esto crea una especie de "guiado por retroalimentación" y sugiere al líder tomar un camino circular alrededor de la pareja.

La interpretación musical también puede cambiarse de la misma manera. El mismo movimiento, pero añadiendo un poco de resistencia en lugar de seguir de forma "perfecta", puede ralentizar el paso y comunicar esa intención a la pareja. También se pueden añadir pausas rítmicas que decoran el movimiento y muestran cómo se quiere interpretar la música.

Así es como el modo de "escuchar susurros" enriquece el baile con nuevos matices.

El Fusion permite todo esto en cualquier nivel, desde lo más micro hasta lo macro y lento. Solo hace falta que los líderes presten más atención y no "griten" con su guiado (¡que ya de por sí es un gran paso, ¿no?!). Y quienes siguen, que practiquen cómo proponer ideas bonitas para compartir. Y ambos deben recordar que no se trata de cambiar los roles, sino de susurrar.

¡A disfrutar! @Sir.Dancelot